Kevin, la marca del sevillano, octava mundial del año en 800, está a 61 centésimas de la tercera

22.07.2012 19:59

El récord de España de 800 metros conseguido por Kevin López el viernes en la reunión de Montecarlo ha sido una inyección de optimismo en el un tanto alicaído panorama del atletismo español. Después de su 1:43.74, España cuenta ya con tres teóricos puestos de finalista en atletismo, ya que el tiempo del mediofondista sevillano es la octava mejor marca mundial de la temporada.

Ninguno corresponde, sin embargo, a plaza de medallista. Ruth Beitia posee el sexto registro en salto de altura (1,97, por 2,01 de la estadounidense Barrett, tercera). Frank Casañas, el séptimo en disco (67,34, a 1,20 metros del polaco Malachowski, tercero). Al borde está Marta Domínguez, novena en 3.000 obstáculos (9:24.26, a 14.66 de la etíope Ayalew).

El horizonte de medalla de Kevin López se encontraría en los 1:43.13 del keniano Abraham Kipchirir Rotich, a 61 centésimas de su registro. Teniendo en cuenta que lo consiguió en la misma carrera que Kevin, al igual que su compatriota Kosenwa y el estadounidense Duane Solomon, podría no ser descabellado pensar en Kevin poniéndose a su altura.

La carrera perfecta
Sobre todo porque según el mismo atleta la de Montecarlo fue "la carrera perfecta. Sólo tuve un pequeño problema, que fue que entre los 150 y 100 metros para la meta me quedé un poco encerrado. De no haber sido así quizá hubiera podido arrancar un poco antes, y haber limado un poco más la marca".

Kevin, además, se ve en forma: "Sabía que estaba bien, aunque no esperaba conseguir el récord de España. En realidad llego a Londres como quería, a tope tanto físicamente como de moral, porque me encuentro muy motivado para los Juegos".

El bicampeón de España de 800 ha conseguido sus registros después de una decepción en el Europeo que, si a alguien causó alguna inquietud, no fue a él: "Lo de no pasar a la final del Europeo no se debió más que a que mi entrenador y yo realizamos toda la preparación pensando en los Juegos, porque un buen periodo de forma no se puede mantener más allá de dos o tres semanas, y había que decidir entre lo uno o lo otro. Decidimos centrarnos, por lo tanto, en Londres. En Helsinki no pasé a la final simplemente porque estaba corto de entrenamiento y competición". Despues del 1:47.30 que logró en el Europeo, pasó a 1:45.78 en la reunión deMadrid, y al 1:43.74 actual.

Sin embargo, el 800 masculino de Londres parece una de esas pruebas en las que las aspiraciones de todos los contendientes, menos de uno, son limitadas: la medalla de oro parece otorgada de antemano al plusmarquista mundial, David Rudisha, cuya mejor marca del año de 1:41.54 parece inalcanzable.

"Nadie puede, en la actualidad, plantarle cara a Rudisha -opina Kevin-. Una carrera lenta sería una lotería que cualquiera podría, quizá, ganar, pero seguramente él planteará la carrera como en el Mundial: lo más rápida posible, para no tener sorpresas".

Paco Gil, su entrenador, está de acuerdo en reconocer la condición de favorito del keniano aunque "salvo Rudisha, todo es una incógnita. Las aspiraciones de Kevin en Londres dependen de cómo vaya la carrera. Hay que ir paso a paso". Al menos, el camino partirá del punto que ambos querían.